Nuestra historia
Textos y recopilación de datos : Walter Cotelo
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Acta Nro. 1
Se reúnen a efectos de considerar la formación de un írgano Societario que vele por los intereses artísticos, morales y materiales de las Actrices y Actores Teatrales, Radiofónicos y afines…
SUA
La SOCIEDAD URUGUAYA ACTORES (SUA), fue fundada el 23 de febrero de 1941, a instancias del actor Giberto Peyret.
SUA es creada esencialmente por artistas del radioteatro, en busca de una entidad que trabaje en defensa de sus conquistas laborales.
Pero como veremos en sus estatutos y antes todavía en su primer acta, a esos propósitos se le agregan la solidaridad y la ayuda mutua.
De ahí en más, el proceso natural fue el de compartir e insertarse en el gran crecimiento del teatro desde los años 50 en adelante.
SUA participó activamente y como colectivo, en la creación de la Comedia Nacional.
Años más tarde adquirió la sala -teatro ODEíN, que luego pasaría a llamarse, por resolución de la Asamblea General de Socios: TEATRO CARLOS BRUSSA, en homenaje al gran pionero del teatro nacional.
Es así que desde el 30 de diciembre de 1965, SUA promovió en su sala la presentación de las llamadas “Cooperativas de Actores”, que pudieron así, en condiciones muy amplias, desarrollar un teatro de alto nivel artístico. Ocasionalmente también se produjeron temporadas de elencos del “Teatro Independiente”.
Durante los últimos 40 años, la Institución ha venido estrechando y conjugando todos los elementos de las distinta vertientes del espectáculo, siendo pionera de la realización nacional de Video de Ficción, en 1985.
Su primer Consejo Directivo estuvo compuesto de esta forma:
Presidente:
Julio Ferreira
VicePresidente:
Ramon Otero
Secretario:
José Macias (h)
Pro Srio.:
Carlos Chiodi Burzaco
Tesorero:
Oscar Cerfoglio
Pro Tres.:
Antonio Sureda
Vocales:
José Mara
Isabelino Rodríguez Lasalle
Julio Alassio
José O. Fernádez
Raúl Flores
Síndico:
Norberto Duchase
Sin. supl.:
Gaspár Trabuchi
Carlos Brussa
…” El Uruguay ha tenido muchas iniciativas en favor de su teatro, oficiales y particulares. Hasta la creación de la Comedia Nacional por la Comisión de Teatros Municipales en el año 1947, ninguna había perdurado. ¿Causas…? Muchas y complejas.
Solamente el esfuerzo de un hombre, se mantuvo fiel, a través de los años. Por eso si se quiere hacer una referencia preferente del teatro en el Uruguay, durante tres décadas – desde 1910 a 1940 – bastará con mencionar la trayectoria de CARLOS BRUSSA, toda una vida consagrada a su vocación.”
(Fragmento del Boletín de Estudios de Teatro del Instituto Nacional de Estudios de Teatro de la Comisión Nacional de Cultura de la República Argentina)
Don Carlos Brussa nació el 11 de febrero de 1887, en la localidad de Juanicó, departamento de Canelones y falleció el 13 de septiembre de 1952, a la edad de 65 años, en Montevideo.
Decía del Don Angel Curotto, en el libro editado por Casa del Teatro del Uruguay titulado “CARLOS BRUSSA – Una vida al servicio del teatro”: ……y entonces ¡feliz de él! – que llegó al final de su carrera, con las mismas armas que empezó la lucha: modestia, inteligencia, entusiasmo y humildad”.
Hablar de Don Carlos Brussa es hablar de un hombre íntegro, de una honestidad capital. Una anécdota lo pinta entero: Brussa recorrió todo los caminos de nuestra patria, con su elenco, varias veces, la Comisión de Casa del Teatro estaba compuesta por Ovidio Fernández Ríos por AGADU, Héctor Cuore por SUA, Edovico Revello por la Asociación de Críticos Teatrales y el Presidente de Honor de SUA Dr. Andrés Castillo por la FUTI, cuentan que una vez el Dr. Ovidio Fernández Ríos, estando en Fray Bentos dijo: “No voy alojarme con los políticos, lo haré en la casa de Brussa y sus actores”. Así lo hizo. Un día le pregunta a Brussa:”Don Carlos Ud. es de Fray Bentos?” (naturalmente por la casa), y Brussa respondió:”No, soy de Canelones, pero como a cada lugar que llegamos a actuar estamos más del tiempo pensado, ponemos casa”. A esto se agrega una historia contada por el querido y ya fallecido Pablo Lagarde Wilson: aquellos que le alquilaban las casas a Brussa muchas veces no le cobraban el alquiler, contentos de contarlo en el lugar y para que estuviera más tiempo.
La SUA se siente hondamente honrada de haber tenido como socio y Presidente a Don Carlos Brussa, un hombre que está el recuerdo de la gente de teatro, porque la vida de un hombre como Brussa, está hecha de sucesivos actos heroicos que solo comprenden aquellos que alguna vez se han asociado a la vida de los actores. Como le dice Hamlet a Polonio “…ellos son el compendio y breve crónica de los tiempos y a los que hay que tratar según el propio honor y dignidad.
En la foto el último trabajo de Brussa interpretando a Artigas, en la obra “De la sombra a la luz ” dirigida por Angelina Pagano y una de las últimas fotos de Don Carlos.
El Radioteatro
“El recuerdo del radioteatro, está unido indefectiblemente a la siesta, al mate dulce y a las lágrimas. Mares de lágrimas, que tarde a tarde empapaban los pañuelos de las mujeres – y de más de un hombre – siguiendo los avatares de los protagonistas de la “novela”, como se llamaba comúnmente.
Aquellos personajes aventureros, valientes y de vidas complicadas y sufrientes, a quienes la vida les hacía permanentemente jugarretas trágicas y que luego al final, casi mágicamente llegaban a ser felices, tomaban en la imaginación de los oyentes, forma, color y realidad, al vivir sus atribulaciones como propias.
El radioteatro mitigó soledades, avivó fantasías y formó parte fundamental del período de oro de la radio, entre los años treinta y cincuenta.”
(De una entrevista a César Charlone Ortega por Elina Carril Berro en el diario El Día el 1 ° de junio de 1980).
En la foto, los primeros actores Violeta Amoretti y Pablo Lagarde Wilson, en una jornada de una “novela”.
El Teleteatro Uruguayo
Desde el nacimiento de la televisión en nuestro país hasta la década de los setenta, la pantalla chica disfrutó con la presencia de los teleteatros o unitarios, con actores, directores y técnicos uruguayos.
Todos los canales (4, 5, 10 y 12) albergaron en sus pantallas cientos de textos nacionales e internacionales, de mano de los actores que fueron y son de lo mejor de la escena nacional.
Están sucediendo cambios… pero hoy en su lugar, todavía priman los enlatados. Telenovelas argentinas, mexicanas, venezolanas, etc.
En la vereda de enfrente, los actores de hoy esperan… Y ya han esperado mucho.
En la foto los primeros actores Nella Calo y Pablo Lagarde Wilson.
Roberto Barry
La “inteligentzia” nacional no lo tenía en cuenta, en cambio el grueso de pueblo se agolpaba en los teatros donde actuaba.
Tuvo que sobrevenir su muerte para que, como Paquito Bustos o el mismo Olmedo, se lo considerase uno de los mejores cómicos de la escena nacional.
Roberto Barry se llamaba en realidad Roberto César Pérez Ruival. Intentó trabajar con el seudónimo de Roberto Ramirez, ¿por qué Ramirez? Porque así se llamaba el Gardel del film “Melodía de Arrabal”. Pero nunca llegó a usarlo. En Argentina, Adrián Lobato (el padre de Heber Lobato), le consultó el porqué de una carta recibida de Montevideo de un amigo que iniciaba la misiva con un: Querido Barry… Lobato le preguntó que era ese Barry.
Roberto tuvo que explicarle que en el barrio de la Comercial le llamaban Barry Norton por el parecido con el actor argentino que fue a EE.UU y no volvió más. Entonces Lobato le dijo que ese era su seudónimo.
Y ese día nació Roberto Barry para siempre.
Cantor, libretista de radio y televisión, periodista, actor, escritor de innumerables libros, Barry incursionó, en todos ellos con responsabilidad.
En radio con fonoplateas repletas, creó aquel éxito humorístico que fue “EL COMISARIO DE CERRO MOCHO”, con el inefable Barry como el Comisario Saturnino Chipendale.
Barry vive aún en sus libros y cassettes y en aquellos que peinan canas – y no tanto -.
Roberto Barry el capocómico. No el de una élite. Sí el del pueblo que lo siguió por décadas y que con sus aplausos lo llevó al pedestal del que nunca bajó.
En la foto Roberto Barry, José Fernández, Nella Calo y José Escobar en la obra record de público “La tía de Carlos”.
Día del Teatro Nacional
El 24 de Agosto de 1815, El Cabildo Artiguista de la Patria Vieja, concede a los actores de la Casa de Comedias el usufructo de los bienes de la misma.
Se forma la primera Cooperativa de Teatro del Uruguay.
Como un trozo de historia, mostramos a Uds. copia de la Resolución del Cabildo, su aclaración y un fragmento del libro de Teodoro Klein: “El Actor en el Río de la Plata” en el que se hace mención al fundamental hecho.
“Ha acordado este Cabildo Gobern.or desprenderse de los ingresos, gastos, y mecanismo de la Casa de Comedias, cediendo a los Actores el manejo, y beneficio de la Casa; por lo que V.S. tendrá á bien franquearles los vestua rios, y demás útiles pertenecientes a ese objeto: quedando siempre V.S. como verdadero Juez de fiestas al cuidado de revisar las Comedias, que se han de dar al Público, y lo demás anexo a las funciones de su empleo.
Dios que a V.S. m.s a.s Sala Cap.r y de Gob.no
Montev.o Ag.to 24 de 1815.
Pablo Perez / Luis de la Roza Bl º / Antolín Reyna
Jose Vidal / Juan María Perez
Pedro M. ª de Traveyro
Secc. º
S.r Reg.or Juez de Fiestas D.n Ramon de la Piedra”
Un trozo de Historia
“Producida la rendición de la plaza (de Montevideo) en junio de l8l4, una de las primeras medidas del delegado bonaerense, el logista Nicolás Rodríguez Peña, es reabrir el teatro. Dispone para ello la reparación del edificio (la Casa de Comedias) y encarga al nuevo Cabildo la organi zación de las temporadas. La muerte de Cipriano de Melo (el empresario portugués) y la ausencia de su viuda han dejado sin cabeza al Coliseo.
El Ayuntamiento nombra Juez de Fiestas al regidor Juan Benito Blanco, quién se ocupa de reunir a los cómicos sobrevivientes y adelantarles 1400 pesos de los fondos municipales para dar principio cuanto antes a las funciones. Así es que a los dos meses apenas del flamante régimen, se da inicio a la primera temporada el domingo 21 de Agosto con la ejecución previa del Himno Nacional Argentino y la representación de “El hombre agradecido” de Comella.
Los abonados no responden; apenas se recauda algo más de la mitad de los gastos. No sólo el público español se ha alejado, como es obvio, sino también sectores de la clase dirigente local enfrentados al Directorio de Buenos Aires. El gobernador Ignacio Alvarez Thomas procura salvar las dificultades económicas del Coliseo, contra la opinión del Secretario de Estado Nicolás Herrera, que ordena desde Buenos Aires suspender las funciones. Alvarez Thomas ignora la directiva e insiste en costear el teatro con los fondos municipales, pues lo considera “fuente llena de morales riquezas y las mejores costumbres, que perfecciona los talen tos, purifica las virtudes, despeja las preocupaciones y últimamente con el apacible estímulo de la diversión se fecunda la cultura de los Pueblos, formando en él, el modelo más brillante de su educación”.
Retiradas las tropas bonaerenses en febrero de 1815, quedan en manos del Cabildo las responsabilidades de gobierno. Continúa la política de apoyo al Coliseo, aunque sólo hasta mediados de agosto. Han cambiado los regidores y su enfoque: el teatro es visto ya no como escuela o tribuna, sino como una vía de escape, una diversión para distraer el peso de las preocupaciones del pueblo.
Terminan por desprenderse de la Casa de Comedias, cediéndola a los actores para su manejo y beneficio.”
(Del libro de Teodoro Klein, El actor en el Río de la Plata)
Un incendio: El final de una Historia
Fue en la madrugada del 1 º de enero para el día 2: un voraz incendio destruyó el TEATRO CARLOS BRUSSA. Se iba un edificio con un trozo grande de la historia de la Cultura Nacional.
Primero fue el Conservatorio musical “La Lira”, luego sus nuevos dueños lo convirtieron en teatro y lo bautizaron como Teatro Odeón.
Pasó el tiempo y en una Asamblea General de la SUA, se decidió la compra de un inmueble para convertirlo en teatro y que éste llevara el nombre del insigne Don Carlos Brussa.
Y allí estaba el Odeón. Su dueño, el Dr. Minelli decidió que el edificio, que estaba hipotecado, debía pasar a manos de los actores. ¡Era la solución perfecta! Pero, ¿de dónde conseguir la plata?! La SUA toda se puso en campaña y se realizaron beneficios, rifas, etc. Duro trabajo, pero todo por nuestro teatro. Era 1962 y la compra se realizó: tarea cumplida!!
En la dictadura que asoló a nuestro país, se cumplió la otra decisión de aquélla histórica Asamblea, el teatro Odeón fue rebautizado como Teatro CARLOS BRUSSA.
Cuando la SUA no pudo más administrarlo, fue alquilado al Ministerio de Educación y Cultura. Hasta que las llamas llegaron y nuestro querido teatro quedó como lo muestran las fotografías.
La nueva Casa de los Actores
La SUA luego de funcionar en los altos del Teatro Carlos Brussa, (donde ya la Sociedad necesitaba otro lugar dado su crecimiento), se mudó a una casa alquilada en la calle Javier Barrios Amorín y Mercedes.
En diciembre de 1996 se compró la nueva sede en Mercedes 933, 931 y 929.
Luego de ingentes esfuerzos económicos en el año 2003 el actual Consejo, canceló la deuda y SUA tiene ya su propia sede.
* En las fotos, los actos del día de la inauguración y una parte de los compañeros que estuvieron festejando (cortando la calle), en esa jornada.
El 13 de Noviembre de 1953
El 13 de noviembre de 1953 el gobierno de la época promulga la ley que otorgaba la jubilación a los actores.
Nuestro socio Constante Scartaccini, fue el primer actor en acceder a la jubilación, por sus largos años en la radio y la escena nacional.
Esa Ley, que hacía justicia con nuestro gremio, fue derogada por el Acto Institucional ( ¿?) N ° 9 de la dictadura.
Hoy el proyecto ley está otra vez en estudio…
Presidentes de SUA
- Julio Ferrreira
- Ramón Otero
- Lalo Gómez
- Héctor Cuore
- CARLOS BRUSSA
- Enrique Guarnero
- Silvia Nelson
- Blanca Burgueño
- Ricardo Márquez
- Juan Manuel Tenuta
- Carlos Bonora
- Sara Larocca
- Nelly Goitiño
- Walter Reyno
- Mauro Cartagena
- Andrés Castillo
- Pepe Vázquez
- Oscar Serra
- Sergio Mautone
- Lila Garcia
* Los nombres que anteceden no están en órden cronológico
** Por falta de actas que respalden fehacientemente la totalidad de nuestros presidentes, es probable que haya en esta lista algún error involuntario.
Agradecimientos
La Sociedad Uruguaya de Actores agradece a todos los que en esta lista figuran, a las empresas, y a los compañeros en las artes y en la vida, pero también a cada uno de los asociados que apostaron a este proyecto, lo que equivale a decir: “gracias a nosotros mismos!”, por creer en nosotros, en la búsqueda de nuestra identidad y en el reencuentro de los valores humanos más puros, a través de nuestro arte.
Aquí van sólo algunos:
- Pepe Vázquez
- María Clara Vázquez
- Vicky Rodríguez
- Verónica Stanham
- Alejandro Persichetti
- Eduardo Guerrero
- Héctor Echeverría
- Sebastián Gómez
- Lic. María Cristina Garra
- Julio Kalizsky
- Olga Ibáñez
- Alvaro Pozzolo
- Gustavo Antúnez
- María Pollak
- Libeth Parra
- Walter Cotelo